En las paredes de los Molinos del Río, después de un breve texto sobre fotografía estenopeica y una vitrina con negativos, aparecen unas fotografías sobriamente enmarcadas. En ellas, en genuino blanco y negro, pueden verse bodegones, paisajes y reconocibles personajes de la Murcia actual, aunque con los naturales desenfoques y curvaturas que le dan la estética y el romanticismo de una técnica fotográfica que data de 1850, y que se ha utilizado en la exposición para homenajear también cuadros célebres de grandes nombres de la historia de la pintura.
Es Stenos Opaios, la muestra de Damián Lajara que, desde el pasado 16 de julio y hasta el 8 de septiembre, puede verse en los Molinos del Río. Un conjunto de más de 30 fotografías estenopeicas que muestran paisajes, retratos y motivos arquitectónicos, y que han sido hechas con unas cámaras que no utilizan lentes ni objetivos, sino el simple paso de la luz a través de un pequeño orificio para, tal y como se hacía hace dos siglos, dejar que la imagen quede plasmada sobre un papel fotosensible.
“La técnica es fotografía estenopeica”, dice Damián Lajara, de pie en la misma sala de la exposición, y explica: “Es un pequeño agujero en una lata o en una caja de cartón que esté precintada, para que no entre la luz”; una caja donde, detalla el fotógrafo, se coloca material fotosensible, se cierra y, una vez preparada, solo queda salir a la calle para colocarla frente a la imagen deseada, y realizar la fotografía mediante la exposición a la luz natural. “No se puede encuadrar, no se puede controlar la luz… es todo manual, y un poco a ojo”, añade; y esto porque la caja, una vez cerrada, no cuenta con ningún elemento, salvo el pequeño agujero por donde entra la luz y que recibe el nombre de estenopo.
La exposición la abre el texto que, en la pared, describe muy brevemente en qué consiste esta artesanal técnica, que data de 1850 y fue acuñada por sir David Brewster, científico escocés, con el nombre de pin hole. Junto al texto, en la vitrina, pueden verse algunos negativos de las fotografías, y con ellas, la imagen de las cámaras utilizadas, que han sido fabricadas con botes circulares y latas que el fotógrafo ha precintado para, con el estenopo en ellos, convertirlos en cámaras fotográficas de mitad del siglo XIX.
Damián Lajara explica que es un proceso muy laborioso, y aunque el resultado final solo puede verse en el momento del revelado, es ahí donde se puede disfrutar de comprobar cómo la imagen que empieza a verse es la deseada, con el atractivo de haberlo hecho todo de forma totalmente manual: “Todas estas satisfacciones son las que te da la fotografía: el hacer los botes, pintarlos, buscar el papel para cada bote… es muy artesanal, pero muy gratificante”, dice el fotógrafo.
Con esta técnica, Damián Lajara ha capturado paisajes de la Región, como la Catedral, la portada de la Casa del Huerto de Las Bombas, en el Malecón; las Torres Gemelas de Murcia, la noria de Alcantarilla o la Santa Cruz de Abanilla, localidad de nacimiento del artista. A ellos se suman rincones más concretos, como las características escaleras del Museo de la Ciudad y del Museo Ramón Gaya; composiciones como la de Los tres sifones, que fue realizada en los cristales del Centro de Ocio ZigZag de Murcia, con la cortina de agua que cae sobre ellos; y fotografías de obras escultóricas, como la Magdalena de Francisco Salzillo, en la Fundación Fuentes Vicente; o el Ícaro de González Beltrán, que forma parte de la exposición De Dioses y Hombres, en el interior del Real Casino de Murcia, y que aparece retratado sobre un suelo de aspecto totalmente curvo.
Esta curvatura que aparece en los laterales de la fotografía, y que deja el centro de la composición totalmente enfocado, no es casual, como tampoco lo es que en otras fotografías los motivos parezcan como encerrados en el contorno de un círculo; y es que la imagen, al ser captada, se adapta a la forma curva del recipiente que actúa como cámara. “La curvatura del bote es la que luego se refleja en la fotografía”, dice Damián Lajara, y explica que ese efecto, donde el encuadre central queda recto y los laterales curvados, es el que provoca que, si en la fotografía aparece un edificio, dé la impresión de estar medio desplomado, o medio dormido.
También hay en la exposición fotografías que son retratos de personajes de la vida cultural y social de Murcia, como los periodistas María Pina y Pedro Soler, la fotógrafa María Manzanera, el alcalde de Murcia, José Ballesta; o María Antonia Martínez y Alberto Garre, expresidentes de la Comunidad Autónoma, con la peculiaridad de que algunos de los retratos mostrados son recreaciones de obras pictóricas de renombre.
Por eso, en la exposición puede verse cómo Juan Antonio de Heras, decano del Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia, posa como Vicente Blasco Ibáñez, sosteniendo un puro y con un dedo de la mano en el bolsillo en homenaje a Sorolla; Jesús de la Peña, presidente del Centro Cultural Puertas de Castilla, aparece vestido de negro en homenaje a Delacroix; y Juan García Sandoval, director del MURAM, queda convertido en el Hombre fumando en pipa de Cézanne; entre otros ejemplos.
Y esto con la dificultad añadida de tener que permanecer inmóvil, posando delante de la cámara estenopeica el tiempo suficiente para que la imagen quede registrada con nitidez. “Cuando son edificios podemos estar todo el tiempo que queramos”, explica Damián Lajara, que para fotografiar las escaleras del Museo de la Ciudad, por ejemplo, utilizó media hora de exposición; “pero cuando hay figura, por el problema del movimiento son quince segundos, veinte…”, dice el fotógrafo, y explica que en esos pocos segundos ya suele haber dificultades para capturar la imagen sin que quede borrosa, por los movimientos que pueden aparecer. “Pero ese borroso es el encanto que tiene la fotografía estenopeica. En unas fotos se ve más y en otras menos, pero en líneas generales si ves las fotografías parecen analógicas, no estenopeicas”, dice Damián Lajara, que ha utilizado en todo momento luz natural.
Los homenajes hechos a artistas aparecen también con especial fuerza en los bodegones ubicados en la primera pared de la exposición, donde el espectador podrá reconocer el homenaje a Las granadas de Sánchez Cotán, o a La cesta de pan de Dalí, además del Bodegón de limones de Zurbarán.
Ésta última fotografía, que da imagen a la invitación de la muestra, es una de las predilectas de Damián Lajara: “Es una composición de seis limones con unas hojas, y tuvimos que preparar todo: el fondo, las vasijas…”, dice el artista, que tiene un especial interés por estos bodegones precisamente por esa necesidad de construir la escena por completo. “Tuvimos que fabricarlo todo. Para el bodegón de Dalí tuvimos que encontrar una vasija muy similar a donde estaba el pan puesto, y luego en una panadería pedimos que nos hicieran un pan de kilo, kilo y medio para cortarlo”, explica el fotógrafo.
También hay en la exposición un homenaje a Hamlet, de William Shakespeare, con la calavera que Pedro Alberto Cruz, exconsejero de Cultura de la Región de Murcia, sostiene en su retrato, con el curioso detalle de que es la misma que aparece en otra de las fotografías de la exposición: la Calavera con peina y diente de oro de José María Garres, en la terraza del Centro Párraga.
Una exposición que permite contemplar la Murcia actual como se vería en una imagen captada hace dos siglos: “Es un tipo de fotografía muy creativa”, dice Damián Lajara, que insiste en que es fotografía de 1850. “Es lo que en aquel momento se hacía. Era la fotografía de los pobres”, sonríe.
Stenos Opaios llega después Una mirada al pasado, realizada en 2016, donde Damián Lajara mostró en el Palacio Almudí retratos de más de una treintena de personajes de la Región de Murcia; y pone, en esta ocasión, esta nueva colección en los Molinos del Río, donde, hasta el próximo 8 de septiembre, el espectador podrá pasear entre la luz, curvatura y blanco y negro de la fotografía estenopeica.
Gran exposición de un trabajo que no está visto nadie hace exposiciones de fotografías hechas con una caja muy,muy bonito y un diez por la iniciativa del Sr Damián. La entrevista realizada por Carmen Gracía muy bien lograda muchas felicidades
Una gran exposición, hacía tiempo Que en Murcia necesitábamos algo tan trabajado y fresco.
Magnifico y documentado trabajo y muchas gracias por tu interés por la cultura.