La primera obra que recibe al visitante al entrar en la sala es una Venus de casi dos metros de alto, junto a un retrato de grandes dimensiones hecho al carboncillo; y hasta llegar al último tramo de la galería, las paredes quedan vestidas de obras pictóricas y fotografías de diversas firmas, escoltadas por las esculturas que, también de varios artistas, quedan reflejadas en el espejo de la sala. En las obras aparecen temas que van desde retratos, desnudos o el estudio del propio pintor hasta figuras bajo el agua. Todas, sin embargo, son de un claro estilo figurativo, y han sido realizadas por artistas ligados a la Galería Léucade, que cumple este mes cuatro años de actividad.
Es Dogma, la colectiva que desde este mes y hasta el 12 de diciembre celebra el cuarto aniversario de la Galería Léucade con una muestra de más de 40 obras pertenecientes a 17 artistas. Una exposición que retoma la ya celebrada el pasado año, Genuflexión; la primera colectiva que se inauguraba por el aniversario de la fecha de apertura de la galería.
“La exposición era Genuflexión porque era como arrodillarme ante esos artistas, que para mi gusto son mis preferidos a nivel nacional e incluso internacional”, cuenta la directora de la galería, Sofía Martínez, sentada frente a su mesa de trabajo; y explica que en la fotografía del cartel de la exposición aparecía ella misma arrodillada, también en el sentido de agradecimiento por esos tres años de galería.
En esta ocasión, la galerista retoma la propuesta del pasado año, solo que con un enfoque distinto, recogido en la única palabra del título: Dogma. “Esta vez Dogma, porque es un poco como si esto fuera mi religión”, dice la galerista; y explica que ella cree en ese arte concreto que es el figurativo, de ahí que sea el estilo dominante en la exposición. “Es como defender este tipo de arte”, dice Sofía Martínez, y reflexiona: “a veces es verdad que la gente se olvida un poco de él. Hay muchísimos artistas que son impresionantes, y a veces se tiene más en cuenta las cuatro manchas, por decirlo de alguna manera, que obras que pueden tardar meses, incluso años en hacerse, y que llevan un trabajo brutal detrás”.
Las obras son exclusivamente de estilo realista y figurativo, con la idea de que la exposición “tuviera en común eso, el realismo de todas las obras; a pesar de que cada uno tenga sus matices, que algunos puedan ir más hacia el hiperrealismo y otros hacia la abstracción”, explica la galerista; y pone de ejemplo la pared donde, precisamente, puede verse el hiperrealismo de Eduardo Alsasua junto a la obra de Felipe Alonso, Explorador, de un estilo figurativo que roza la abstracción.
Entre los artistas, los hay que ya participaron en Genuflexión, como Felipe Alonso, Carmen Mansilla y Miguel Scheroff. Otros, como Eva Maurcio o Núria Farré, se incorporan a la colectiva después de haber realizado una individual en la galería; y otros, como Pablo Moreno o Tànit Villamartin Espert, las harán próximamente.
Algunos de los participantes de la muestra –Alberto Meseguer, Carmen Mansilla, Eduardo Alsausa, Laia Pla y Rebeca Sánchez– tienen en común el haber expuesto obras en el Museu Europeu d’Art Modern de Barcelona (MEAM); un referente en el arte figurativo contemporáneo. Y si Sofía Martínez ha escogido a estos artistas concretos es por un motivo que tiene muy claro: “Son artistas por los que yo apuesto y que me gustan mucho. Es tan simple como eso”, dice con una sonrisa.
Entre los artistas seleccionados no podía faltar Raúl Romero, con una obra realizada en los años setenta y titulada Sueños de paz. A este artista está dedicada la sala permanente de la galería, y que desde la antológica que se realizó en junio del pasado año, protagoniza una serie de exposiciones que varían cada mes y que tienen por fin mostrar las distintas etapas y trabajos de este pintor, que el artista dejó plasmado en más de 1.500 obras.
Los 17 artistas que conforman la muestra proceden de muy distintos lugares, que pasan por Madrid, Barcelona, Vitoria-Gasteiz, Alicante, Córdoba, Jaén y Badajoz; con Eva Mauricio y Pablo Moreno como únicos artistas murcianos; aunque Tànit Villamartin, natural de Lleida y autora de las fotografías que ponen imagen al cartel de la exposición, reside desde hace unos años en Murcia. “La verdad es que me hacía ilusión que estuvieran en esta exposición, y que hubiera de todo: pintura, escultura, fotografía, e incluso instalación”, dice Sofía Martínez, sobre el conjunto de la muestra.
Una variedad de trabajos y de artistas que refleja la línea habitual de la galería, y no solo por el tipo de arte; también por “la mezcla de artistas consagrados con gente nueva, como Eduardo Naranjo, que fue el primero con el que inauguré; y Núria Farré, que fue de las últimas”, dice Sofía Martínez, y destaca: “justo se llevan 50 años de diferencia: él es del 44, y ella del 94”; una combinación de artistas de distintas generaciones, y donde los más nuevos exponen al mismo nivel que artistas ya asentados; una manera, para la galerista, de “apostar por ellos, por los nuevos; de creer que ellos pueden llegar también hasta ese punto”, y mostrarles así su confianza.
La galerista ha preferido no acotar la exposición a un tema concreto. Al contrario: se ha buscado que cada artista, desde la variedad, muestre su trabajo. “Me gusta dejar libertad. Cuando me preguntan: «¿qué puedo hacer para que se venda?», yo digo: «a ver, tú tienes que hacer lo que realmente quieras hacer, y habrá público para eso seguro. Hagas lo que hagas»”.
En los cuatro años que la galería celebra en esta colectiva, han sido más de 60 las exposiciones que ha colgado en sus paredes, y más de 300 los artistas que han pasado por ella. Al hacer el recuento, Sofía Martínez encontró que prácticamente la mitad de ellos eran mujeres. “Eso también me gustó mucho, porque no ha sido a posta; pero es que en el mundo del arte esto no sigue cambiando”, dice la galerista, y da algunos datos: “En el Metropolitan solamente el 5% de las que exponen son mujeres. Y en el Prado se hizo hace muy poco la primera exposición solamente de una mujer, que tampoco la habían hecho nunca”, dice en referencia a la exposición de Clara Peeters celebrada en octubre del pasado año, y que es la primera en la historia del Museo del Prado dedicada a una pintora.
En la exposición actual, Dogma, también sucede que de los 17 artistas 8 son hombres y 9 mujeres; una equidad que, cuenta la galerista, tampoco ha sido buscada, sino casual; aunque sí se permite, cuando la lista está casi completa, equilibrar las cifras con los últimos participantes.
A las exposiciones de Léucade se han sumado más de un centenar de eventos culturales celebrados en la sala a lo largo de estos cuatro años, y que engloban todo tipo de artes, como teatro, cine o danza; algo que permite a quienes acuden a este tipo de actividades visitar también las obras expuestas, descubrir a los artistas que las firman, e incluso hacerse asiduos de la galería. “Y luego también se hace como una fusión; se crea una obra de arte con la mezcla de las dos, porque el hecho de ver espectáculos con las obras crea otro ambiente”, dice Sofía Martínez.
Celebrado su cuarto aniversario, el próximo paso para Léucade, entre otros proyectos, será la Keyhole Art Fair, la I Feria Internacional de Arte en Murcia que, a cargo de la galería, se celebrará del 11 al 13 del próximo mes de mayo; una feria que tiene por nombre cerradura en inglés porque tendrá como escenario un hotel donde cada habitación hará las veces de stand, y que reunirá, como ya hace la galería, actividades culturales de distinto tipo, con una peculiaridad: el evento que cierre la feria será una subasta. A ésta le seguirá, además, una segunda feria en septiembre destinada no a galerías, sino a los propios artistas.
Mientras la fecha se acerca, y hasta el 12 de diciembre, Dogma seguirá en la sala de Léucade para recrearse en los estilos más realistas y figurativos, y para recoger el paso por la galería de unos artistas que proceden de muy distintos puntos de España, y que ya forman parte de una trayectoria.