Artnueve estrena espacio transversal de arte con Familia, de Elena Gómez de Valcárcel

En el escaparate de OM, el nuevo espacio transversal de arte de la galería Artnueve, hay seis piezas de porcelana que, dirigidas al público infantil, representan animales de colores, cada uno con una expresión distinta, y que parecen posar para una foto. Sobre la mesa, dentro de la sala, aparecen cuatro piezas de cerámica en tonos blancos, verdes y azulados; y al subir las escaleras, un grupo de niños, dirigido por la autora de la muestra, se inclina sobre los dibujos que están realizando entre el colorido de las figuras de porcelana que, ordenadamente dispuestas en los estantes, han sido ideadas para desarrollar la responsabilidad e inteligencia emocional de los niños.

Es Familia, el proyecto de la ceramista Elena Gómez de Valcárcel que OM Espacio transversal de arte inauguró el pasado viernes 3 de noviembre, y que fue escenario ese mismo sábado de un taller dirigido a los más pequeños. Una muestra que no es de pintura ni escultura, sino de cerámica; y que propone una colección de carácter estético y lúdico que es la primera que Artnueve realiza en este nuevo espacio.

“OM es un espacio transversal que está asociado a la galería Artnueve, y lo que hacemos son exposiciones multidisciplinares de artistas que nos interesa su trabajo pero que pueden venir del mundo de la cerámica, de la moda… disciplinas que están vinculadas al mundo del arte en la creatividad, pero que están ahí en la frontera”, explica Mª Ángeles Sánchez, directora de la galería. Conoció el trabajo de Elena Gómez hace un año, y decidió, por ver en él a una muy buena artista, trabajar con ella. Un espacio diferente para un proyecto que tampoco es el típico, y que la artista, residente en Londres, se muestra encantada de poder llevar a su tierra natal.

Cada figura de la colección está compuesta por dos piezas, de forma que la parte superior es intercambiable y muestra distintas versiones de un mismo animal. No es el caso de las figuras de la zona de la ventana, que son en realidad lámparas, y más en concreto lámparas de noche. “El objetivo principal del proyecto es ayudar al niño en diferentes etapas de la infancia”, dice Elena Gómez, mientras los niños del taller siguen dibujando y coloreando. Un proyecto destinado a niños a partir de cinco años y que se divide en dos subcolecciones: la Familia del Bosque, con las lámparas de noche, y la Familia de Sabana, que abarca las piezas restantes.

La Familia del Bosque está compuesta por figuras que representan tres personajes con su propio nombre y personalidad: Fausto el oso, Julio el zorro y Dora la conejita. “El tema de las lámparas de noche es para niños que están empezando a tener problemas a la hora de dormir”, explica Elena Gómez, que con estas lámparas, y para superar ese miedo, propone introducir una nueva rutina en el niño: girar la pieza superior de la figura para que el personaje cambie los ojos abiertos por otros cerrados, y encender luego la tenue luz de la lámpara.

El otro proyecto, la Familia de Sabana, tiene sus propios personajes: Lucas el tigre, que es de color anaranjado; Juanito el elefante, que es azul, y Luisa la jirafa, de color amarillo. Los personajes, en sus distintas versiones, representan los cuatro sentimientos básicos: felicidad, tristeza, miedo y enfado, para que los niños aprendan a identificarlos. “La Familia Sabana es para lo que estamos haciendo el taller: desarrollar la inteligencia emocional con los niños, de forma que al entender ellos qué significa cada sentimiento, lo puedan interpretar mejor en el futuro, saber expresarlos y ser más empáticos”, dice la artista.

Y como la idea es seguir desarrollando el proyecto e ir incorporando nuevas emociones, Elena Gómez ha añadido en esta exposición cinco sentimientos a la Familia de Sabana: enamoramiento, timidez, sorpresa, perspicacia y entusiasmo. Cinco nuevos conceptos, más complejos, que quedan representados en el personaje de Lucas, el primero que la artista desarrolló para la serie.

Cuando se le pide que escoja una única pieza de la colección, Elena Gómez no puede escoger solo una; y quizá por eso describe la del escaparate, donde aparece la familia al completo: “En el escaparate lo que hemos hecho es poner una pieza de cada: un Lucas, un Juanito, un Luisa, un Fausto, un Dora y un Julio, de forma que es como el retrato de familia”, dice la ceramista, que trata así el tema de la familia y la unidad.

El taller llevado a cabo en OM ha distribuido los grupos en sesiones de veinte minutos. En ellas, Elena Gómez preguntaba a los niños qué sentimiento mostraba el personaje que les presentaba, que en este caso era felicidad; y les pedía a continuación que dibujaran qué les hace a ellos sentirse felices. Los niños procedían a, con ceras y rotuladores, dibujar de todo: desde parques de bolas hasta salir a patinar, bailar o ir a casa de los abuelos. Una vez hechos los dibujos, se les decía que, para no olvidar nunca cómo les hacía sentir lo que habían dibujado, tenían que doblar el folio y guardarlo en la figura del animal que quisieran, y que expresara ese sentimiento de felicidad. Cada sesión terminaba en la pared donde se han ido colocando todos los dibujos del taller, encabezados por un esquema donde Elena Gómez ha ido anotando qué decían los niños que era para ellos la felicidad, y qué decían los padres que los acompañaban.

“El taller tiene dos funciones: una es trabajar con ellos el tema de la emoción, y otra es el tema de dibujar para que ellos se expresen y utilicen eso como herramienta”, explica la artista, que dice no trabajar más de una sola emoción por sesión, para que los niños no confundan unas con otras. “Si trabajas esto desde la infancia, al final vas a tener un adulto el día de mañana mucho más saludable emocionalmente”, dice Elena Gómez.

No es la primera vez que Elena Gómez realiza estos talleres. A esta edición le han precedido dos: una en la sección infantil de la Biblioteca Regional de Murcia, y otra en el Centro de día y Residencia en Molina de Segura de Aspapros, asociación para personas con discapacidad intelectual. Este centro, explica Elena Gómez, “hace unas sesiones parecidas a ésta pero por medio de ilustraciones, dibujos… ”, y la propuesta de realizar con ellos el taller utilizando las piezas de porcelana fue muy bien recibida. “Te da una información totalmente diferente a los niños, tienen una forma de pensar diferente, y fue precioso”, recuerda Elena Gómez con una sonrisa.

Todo esto con unas figuras hechas en porcelana, un material poco frecuente en objetos destinados a niños. “Muchas padres me preguntan por qué utilizo un material tan delicado”, dice la artista, y explica que otro de los objetivos de la colección es ayudar a que los niños aprendan a ser responsables y a cuidar el objeto que se les da: “Cada animal además de un nombre tiene una historia, unas características; y te das cuenta de que cuando explicas esas cosas al niño lo respeta, lo cuida”, casi como a una mascota, explica Elena Gómez. “Pueden pasar cosas”, dice, y ríe porque, justo en ese momento, una de las piezas utilizadas por los niños del taller casi cae al suelo; “pero no pasa nada, si se rompen se rompen”. Un material que la ceramista ha escogido por ser translúcido, a diferencia de la propia cerámica; una propiedad necesaria para la elaboración de las lámparas, y que en las otras figuras se pierde por el porcentaje de color que se aplica.

Las cuatro piezas de cerámica expuestas en la planta baja, sin embargo, responden a proyectos anteriores, y no están dedicadas al público infantil. La más antigua, formada por un plato y una pieza en forma de corazón humano, pertenece a un proyecto donde la artista debía representar su propia identidad. Por eso en el plato aparece ella misma, y combina el movimiento propio de la imagen televisiva, de 25 fotogramas o frame por segundo, con su propia evolución personal para expresar cómo dejó de ser publicista y productora en televisión para adentrarse en un mundo totalmente distinto: la cerámica. La segunda parte del proyecto, titulada El Corazón, tenía que ser un flatback, una pieza muy extendida en el Reino Unido en el siglo XIX, con una de sus caras plana para poder colocarla en la pared. Para desarrollar la pieza, pidió a amigos y familiares que, en una carta, la dibujaran a ella tal y como la veían. Recibidas las cartas en Londres, vio que aparecía descrita como alguien más emocional que racional, y por eso optó por representar un corazón humano.

En otro de los proyectos expuestos, Tiempo de Vermú, la artista tenía que trabajar con cerámica ecológica, y decidió “utilizar ese concepto de eco-friendly y de tranquilidad que ahora está tan de moda con nuestra idea de España del tiempo, del momento del aperitivo, del vermú; y utilizarlo en un espacio como Londres, que es todo lo contrario”, dice la ceramista. El resultado, unas piezas que representan distintos elementos de ese momento de aperitivo, y que encajan unas con otras; de forma que pueden formar una sola a modo de tótem.

La obra restante está diseñada para, con una cuarentena de piezas iguales, colgarla a distintas alturas, y proyectar un vídeo de la ventana de un tren en movimiento. En esta pieza, titulada Lux, Elena Gómez expresa las diferencias de luz que ha observado en los distintos lugares donde ha vivido: Murcia, Madrid, Alemania y Londres; y pone de ejemplo sus viajes en tren cuando residía en Madrid: “Veía cómo cambia la luz de cuando estás en la ciudad a cuando empieza el campo manchego, es un cielo totalmente diferente”. Por eso la artista ha pintado ráfagas azules en las piezas, que son, de hecho, convertibles en lámparas.

Cuando se le pregunta cómo se decidió a realizar piezas destinadas a niños, Elena Gómez explica que todo es consecuencia de una evolución natural, y que la nueva colección guarda coherencia con el resto de la obra por “el tema de la familia, de la unión; del ser individual que se junta y crea un conjunto nuevo”, porque todas ellas, explica la ceramista, “son piezas que funcionan individualmente, pero que en conjunto funcionan mejor”.

La muestra estará en OM Espacio transversal todo el mes de noviembre y parte de diciembre. Elena Gómez de Valcárcel, mientras tanto, seguirá trabajando desde Londres en nuevos proyectos y propuestas, algunas de ellas para seguir desarrollando Familia, su actual colección en Murcia.

 

Redactora y editora de El Visitante.

1 thought on “Artnueve estrena espacio transversal de arte con Familia, de Elena Gómez de Valcárcel

  1. El arte inspirado en la familia, es una maravillosa forma d union expresiva. La familia es moldeable a las circunstancias, tanto como la cerámica en las manos del artista.
    Avanzando con el corazon.

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